En general, el método más eficaz para limpiar los cepillos de uñas acrílicas es utilizar el mismo monómero que se utilizó para la extensión de las uñas. En los casos en los que otros métodos fallan, también se puede utilizar un quitauñas con acetona. Sin embargo, se recomienda limpiar periódicamente los cepillos con monómero después de cada uso para mantener su higiene.
1. Primero, enjuague el cepillo de gel con agua tibia para eliminar cualquier exceso de gel o residuo acrílico. 2. A continuación, aplique una pequeña cantidad de limpiador de brochas o jabón suave a las cerdas y páselo con los dedos. 3. Enjuague el cepillo nuevamente con agua tibia hasta que el agua salga limpia y se elimine todo el jabón o limpiador. 4. Finalmente, vuelva a darle forma a las cerdas y coloque el cepillo plano para que se seque sobre una toalla limpia o una toalla de papel.
Recuerda limpiar tus brochas de gel acrílico con regularidad para mantenerlas en buen estado y evitar la acumulación de producto.